27 abril 2010

COMO VENDER UN LIBRO

Si usted tiene idea de sacar un libro, primero que nada siéntese y escríbalo. Claro, aquí se presenta el primer problema. Si a usted no se le da mucho eso de escribir, pero es famoso, por ahí periodista o similar, se mueve en ciertos ambientes... bueno, puede ser que la oferta de "hacer" un libro ya venga con el escritor incluído. En ese caso, usted relájese, tírele un par de ideas por mail al anónimo escriba y espere a que llegue su propia obra. Incluso puede darle ciertas directivas al galeote, indicándole que quiere esto dicho así o asá. Funciona. Pronto, usted tendrá su libro en la calle, porque además de tener un hijo y plantar un árbol, lo que toda carita conocida de la Argentina DEBE tener, es un libro publicado.
Que en función de su fama, alguien le ponga a su servicio una estructura editorial completa conlleva un montón de beneficios. Además del don nadie que hará ese tedioso trabajo de tipeo y redacción por usted, le harán un interesante adelanto de dinero a cuenta de futuras ventas. Claro que la cantidad dependerá de cuán famoso sea usted porque de eso, el departamento comercial de la editorial, calculará el estimado de ventas. Si usted sale en la tele, anda por algún medio gráfico, en fin , rebusques por el estilo, se puede pensar que tiene un piso asegurado de cantidad de ejemplares vendidos. Pero lo que define el ítem del éxito del producto, será el tema que aborde.
Digamos que, para cuando a usted, famoso amigo, le ofrezcan escribir un libro, la oferta incluya el tema general de "lo que vende" en el momento. Esto se resume así: ficción, ficción histórica, historia a secas, autoayuda o antikirchnerismo. Es posible que, si usted anda dudoso entre escribir esa novela de marcianos que siempre le anduvo dando vuelta por la cabeza o sobre las andanzas eróticas de Sarmiento, el agente de la editorial lo baje a la tierra con un amable "¿No ves cómo venden libros Majul, Tenembaum, Grondona, Cachanovsky, el turco Asís y otros astros de la literatura contemporánea?".
Hacer un libro "anti K" tiene muchas ventajas importantes. Si bien el paquete que a usted le ofrecen ya viene con Feria del Libro y promoción incluída, sabe que la red de solidaridad anti K de los medios va a pasear su libro como si fuera una obra maestra por todos los programas políticos de la tele, el cable y la radio. Sabe que va a tener la mirada benevolente de los críticos de los diarios, que van a hablar de otro duro testimonio sobre el difícil momento que atraviesa el periodismo. Será un monento de disfrute. Usted será un héroe. Incluso puede que lo inviten a dar una charla.
Si el libro vende bien de movida, no hay problema. Todo es relajarse y contar billetes. Dar notas amables a los amigos y listo. En cambio, si la cosa no llega funcionar como imaginó la editorial, habrá que embarrase un poquito.
A algunos no les cuesta mucho. Algún periodista, justo mire qué casualidad, cuando saca un libro es misteriosamente atacado, algún energúmeno le pone un ojo negro. Otros denuncian amenazas telefónicas. Todo suma. Incluso una presentación con polémica incluída. Todo vende.
Pero si usted pega Feria del libro para presentar su trabajo, no hay nada como un buen quilombo para poner al libro en boca de todos y subir la ventas rapidito.
Mire, si se consigue cuatro o cinco muchachos que le hagan un lío, que lo llamen hijo de puta, gorila o algo así. Si consigue que revoleen un par de sillas, ya está. Listo. No le van a cobrar muy caro. Déjelos laburar y después siéntese y espere ver llegar los cheques. Eso sí, cuando lo llamen preocupados de los canales, hágase el serio. Es más, diga que está atemorizado, que en la Argentina no se puede vivir más, que todos tenemos miedo. Si se siente creativo, hable de patotas paraestatales, de terror, de dictadura. Deje traslucir que jamás el periodismo independiente tuvo tanto miedo. Total, detrás de usted van a llamar a algún funcionario para que opine y el susodicho se va a deshacer en condenas y repudios, totalmente a la defensiva. Y eso también vende. Todo será miel sobre ojuelas y disparará a los techos las cifras de venta de su libro.

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